¡Alerta máxima! Elon Musk acaba de soltar la bomba de la Inteligencia Artificial en X (sí, la plataforma que antes conocíamos como Twitter). El genio detrás de todo, propietario de la movida, ha anunciado oficialmente que la IA de última generación ya está en marcha, aunque por ahora, solo algunos afortunados podrán entrar al juego. ¿Te unes a la fiebre de la IA de Musk?
X, anteriormente conocida por otro nombre, se sacó un as bajo la manga al transformarse en una plataforma de audio y video con el poder de la IA el pasado julio. Cambio de nombre, cambio de logo, y ¡bam! La CEO, Linda Yaccarino, está más emocionada que un niño en una tienda de juguetes nuevos. Quiere hacer de X la súper aplicación que lo cambiará todo, desde audio y video hasta mensajería y pagos.
Lo más jugoso de este trato es Grok, la nueva IA exclusiva para la red social X, antes conocida como Twitter (sí, insisten en recordárnoslo). Elon Musk se tiró el lance y dijo que es “la mejor de todas”, ¡así, sin rodeos! Grok será como tu gurú personal dentro de la app, dándote ese feedback inteligente que ni sabías que necesitabas. Eso sí, solo para un grupo de usuarios VIP por ahora. Como algo totalmente nuevo, llevará su tiempo antes de que la IA despliegue sus encantos al público en general, pero Musk promete que valdrá la pena.
Hablemos de la Inteligencia Artificial, el tema estrella del 2023 en el mundo de la tecnología. Google Bard, Microsoft Copilot, y ahora Grok de X. ¡Estamos en la era de las IAs que lo cambian todo! Unas ayudan en la productividad, otras dan soporte a herramientas, y las generativas… bueno, esas son la sensación, aunque con su toque polémico. ¿Impacto laboral? Oh, sí. Despidos, competencia desleal, ¡la IA está causando estragos!
Pero no todo es caos. La IA también trae oportunidades laborales, y si estás pensando en educarte sobre el tema, este es el momento. ¡Hasta Harvard ofrece cursos gratis sobre Inteligencia Artificial! Prepárate para el futuro porque las máquinas ya no son solo nuestras amigas; están tomando el escenario. ¿Te subes al tren de la IA? ¡El viaje promete ser salvaje!
El magnate Elon Musk ha expresado repetidamente su preocupación acerca de los modelos de inteligencia artificial generativa, subyacentes en programas como ChatGPT, señalando su percepción de que podrían representar una amenaza existencial para la humanidad. Sin embargo, esta aprehensión no ha impedido que Musk realice considerables inversiones en esta incipiente industria. De hecho, tiene la intención de integrar esta tecnología en sus otras empresas, entre ellas Tesla, SpaceX y X.
De acuerdo con un informe de AFP, Musk, clasificado entre los hombres más ricos del mundo, figura como uno de los pocos inversores con recursos suficientes para competir directamente en el campo de la inteligencia artificial frente a titanes como OpenAI, Google o Meta. La construcción de un modelo de IA a la escala de estas empresas implica un desembolso considerable en potencia informática, infraestructura y conocimiento especializado.
Cabe destacar que el fundador de Tesla no es ajeno al ámbito de la inteligencia artificial. Además de su participación en la creación de OpenAI, ha implementado esta tecnología en sus vehículos, particularmente para el desarrollo de capacidades de conducción autónoma, así como en otros proyectos de Tesla, como el diseño de un robot humanoide. En un momento dado, Musk incluso contempló la posibilidad de poner a disposición de terceros su supercomputadora de inteligencia artificial, Dojo, para el entrenamiento de redes neuronales.
Por el momento, resulta incierto si el proyecto denominado xAI tendrá propósitos comerciales. Al abandonar OpenAI, Musk expresó su incomodidad con la dirección orientada a los beneficios que estaba tomando la compañía bajo la dirección de Altman. Inicialmente concebida como una entidad sin ánimo de lucro, la situación ha cambiado tras la inversión masiva de 10.000 millones de dólares por parte de Microsoft, y ahora se baraja la posibilidad de vender las acciones de la empresa a niveles que podrían valorarla en 86.000 millones de dólares (81.000 millones de euros), consolidándola como una de las empresas no cotizadas más valiosas del mundo.
